Atajar el maltrato escolar, resolver la falta de disciplina y mejorar la convivencia en las aulas. Tales son los objetivos del nuevo decreto de derechos y deberes del alumnado, que el Gobierno aprobó la semana pasada y que ayer presentó en Bilbao el consejero de Educación, Tontxu Campos, a 600 directores y docentes de cerca de 500 centros públicos y concertados. El decreto, que sustituirá al que se halla en vigor desde 1994, ha sido muy bien acogido por los directores, quienes consideran que se pone en valor su función y van a poder recuperar su autoridad perdida para atajar la conflictividad en las aulas.
La principal virtud de las nuevas medidas disciplinarias es que se podrán aplicar de manera más rápida y efectiva que las actuales, muy garantistas con los derechos de los estudiantes.
El nuevo decreto en el que, entre otras cosas, se catalogan las faltas del alumnado según su gravedad y se detallan las sanciones que conllevan era una reclamación a voces de los docentes.
"Los docentes y el director recuperan la autoridad y eso es bueno. Los alumnos tienen que tener claro que sus actuaciones van a tener consecuencias".
Leer artículo en ElPaís.com
"Los docentes y el director recuperan la autoridad y eso es bueno. Los alumnos tienen que tener claro que sus actuaciones van a tener consecuencias".
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